Para evitar esto debe comer saludable y realizar una rutina de ejercicios, también recomendamos masajear estas partes del cuerpo con cremas hidratantes que elasticen estas partes del cuerpo como: senos, abdomen y glúteos y los brazos no serán la excepción!
Muchas mujeres van al gym a realizar ejercicios para estas partes del cuerpo, esta forma de entrenar puede mejorar la flexibilidad articular, pero la experiencia me ha demostrado que la firmeza y el tono muscular buscado no se consigue así.
La gimnasia aeróbica, no da garantías de endurecer las partes del cuerpo que tenemos floja. Entonces, ¿cuál es la solución? Según parece, el último gran descubrimiento es mi Sistema de Gimnasia Calisténica de Intensidad.
EJERCICIOS PARA ELIMINAR LA GRASA DE LA ESPALDA
Solo te tomara 15 minutos en el día y te ayudará a cumplir con tu objetivo en menos tiempo. Si nunca has hecho este tipo de ejercicios, puedes reducir a la mitad las repeticiones e ir aumentando con el correr de los días.
Ejercicio 1 para fortalecer lumbares:
En la colchoneta, acuéstate boca abajo. Estira los brazos hacia adelante, tocando las orejas con los hombros. Sin que tus manos toquen el piso, arquea la espalda hacia atrás, dejando las piernas estiradas y firmes en el suelo. Vuelve a la posición inicial. Esa es una repetición. Completa al menos una serie de 10 repeticiones al principio y luego realiza otras dos de 10 cada una.
Ejercicio 2 para eliminar rollitos de la espalda:
En la misma posición que el anterior (puedes hacerlo a continuación), coloca las palmas de las manos en la nuca y levanta el torso como antes. Vuelve a la posición inicial. Realiza dos series de 15 repeticiones cada una.
Ejercicio 3 para reducir la grasa en las lumbares:
Con las manos también detrás de la cabeza, en lugar de arquear la espalda hacia atrás, lo harás hacia los laterales, primero a la derecha y luego a la izquierda. Haz dos series de 10 repeticiones para cada lado.
Ejercicio 4 para decirle adiós a los “michelines” en la espalda:
Apoya en la colchoneta las palmas de las manos y las rodillas (en posición de perrito) y relaja la espalda. Arquéala hacia arriba como hacen los gatos y luego hacia abajo como si quisieras que tu vientre tocara el suelo. Sube y baja diez veces, con mucho cuidado.
