Por esto es importante que las protejamos, aunque por la descalcificación de los huesos, la resequedad de las uñas o la descamación de las mismas, estas se ven afectadas quebrándose con gran facilidad.
Las uñas, se deterioran cuando son atacadas por hongos. Estos pueden ser producidos por el mismo organismo ante condiciones inapropiadas de higiene como lo es no limpiar las uñas con frecuencia, no cortarlas o utilizar zapatos y medias sucios.
También pueden ser producidos por humedad provocada por sudor excesivo o por el agua en los zapatos especialmente en temporada de invierno.
Las personas, que sufren de uñas escamosas, están manifestando una falta de calcio en el organismo de manera general que es reflejada en debilidad de la uña haciendo que con facilidad se quiebre o se piquen.
Esto puede ser bastante doloroso puesto que el dedo queda expuesto al medio ambiente y ante el menor golpe o roce con algún objeto generar un profundo dolor.
Por ello, es necesario trabajar en el fortalecimiento de las uñas.
A continuación, explicamos dos técnicas muy fácil de hacer que generarán grandes resultados en poco tiempo:
1. Emplea el ajo como herramienta de recuperación de la vitalidad de tus uñas.
Es de gran ayuda, que una vez a la semana, dividas un diente de ajo en dos partes y pongas una parte en cada uña utilizando cinta medicinal de papel para que no se caiga. Puede que inicialmente el olor te moleste, pero cuando veas lo que esto aporta a tus uñas, el olor será lo de menos.
Deja actuar durante el mayor tiempo posible. Se recomienda que no sea menos de una hora. Luego retira y aplica sobre las uñas aceite naranja.
2. Pica un diente de ajo en diminutas partes. Hazlo tan fino como puedas y deposítalo en tu esmalte de base. Esto ayudara a su fortalecimiento y recuperación.
En este procedimiento, el olor del ajo es casi imperceptible, ya que estará mezclado con los demás componentes del esmalte.
Una vez decidas empezar estos tratamientos, podrás tener unas uñas fuertes y tan largas como lo desees.
