Renueva los cartílagos dañados con métodos naturales

El cartílago es un tejido conectivo flexible ubicado en las articulaciones de las manos y los pies (también entre el esternón y las costillas).


Con el paso de los años empieza a consumirse y crea problemas en la realización de las actividades diarias. La obesidad es otro factor que perjudica los cartílagos, debido a que agrega una presión adicional a las articulaciones (especialmente las rodillas). El exceso de actividad física también puede provocar el desgaste.
Debido al daño, el cartílago es vulnerable a enfermedades como la osteoartritis (la capa superior del cartílago se rompe y se desgasta). La medicina tradicional trata esta afección con paracetamol en forma de ibuprofeno y diclofenaco. Si esto no funciona, se pasa a los antihistaminicos no esteroideos, regular el peso corporal y efectuar ejercicios ligeros. La última opción es cirugía o aplicar inyecciones de ácido hialurónico. Otras enfermedades que pueden ser causadas por el desgaste de los cartílagos incluyen condrólisis, condromalacia, acondroplasia, hernia discal y tumores cartilaginosos.


Una dieta balanceada puede prevenir el daño a los cartílagos. Se recomienda consumir alimentos ricos en vitaminas y aminoácidos como la lisina que se encuentra en legumbres, huevos, soya, yogurt, queso, frutos secos. Otro ingrediente fundamental es la condroitina (presente en mariscos, cangrejo y langosta) que favorece la elasticidad y movilidad de las articulaciones.


• Vitamina А: aceite de pescado, productos lácteos, tomates, pimientos rojos, zanahorias, remolachas, etc.
• Vitamina C: al menos 90 mg al día por medio de suplementos o frutas cítricas como naranjas, limones, toronjas y kiwi.
• Vitamina D: se produce naturalmente al exponernos al sol y se encuentra en alimentos como pescados, mariscos, mantequilla y otros lácteos.
• Vitamina K: lechuga, perejil y aceite de oliva.

La medicina alternativa ofrece varias soluciones. La más eficiente es la gelatina bovina, rica en aminoácidos, proteínas y colágeno. Se recomienda consumir alrededor de 10 gramos al día por un período de 30 días y luego esperar 6 meses para repetir el tratamiento.
Para rodillas adoloridas puedes aplicar estas compresas:
• Mezcla leche agría con un poco de aceite de oliva. Coloca en la zona inflamada y envuelve con una tela de algodón.
• Machaca hojas de col, frota la rodilla con ellas y luego envuelve con una tela de algodón por al menos dos horas
El té de ortiga ayuda a tratar el dolor crónico gracias a su contenido en ácido salicílico. Se recomienda consumir tres veces al día. Preparación: coloca dos cucharadas de ortiga en una taza de agua tibia y deja reposar por 15-20 minutos.

La acupuntura también ayuda a calmar el dolor porque beneficia al sistema inmunológico, reduce el estrés y aumenta la resistencias. Finalmente, baños en aguas curativas y lodo tienen efectos positivos por su efecto terapéutico.


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